
Los estadios se llenaban a reventar, se inaugura el estadio olímpico universitario con un clásico histórico: 19-20 a favor de la Universidad en los últimos momentos del encuentro.
Al final de la década se comienzan a utilizar unos artefactos extraños en los cascos como protección facial: las barras.
Se empezaba a jugar el popular "tochito" en las calles, los equipos como Politécnico y Universidad tenían una gran cantidad de encuentros con equipos estadounidenses en sus famosas giras.
Otro gran entrenador enseñaba la filosofía del fútbol americano: el padre Lambert, coach del Politécnico, que junto con el coach Tapatío Méndez transmitían a sus jugadores algo mas que fútbol americano: valores morales.

El Politécnico decide separarse en dos, para así ver nacer a dos de sus ahora leyendas del coacheo: Manuel Rodero y Jacinto Licea.
El Tec de Monterrey comienza a hacer sus pininos en el fútbol americano, con un equipo peleador desde el principio.
Tec de Monterrey